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viernes, 25 de septiembre de 2015

JOVEN JOVEN (4): TRES ERAN TRES, LOLY TORRIENTE, RENÉ Y CHEPE

A los tres mosqueteros,
que echaron palante conmigo,
con todo mi agradecimiento,
que es mucho con demasiado y un poquito más.

LOS PRODUCTORES
    En teoría, el productor es la figura que se encarga de que todo marche bien. Hace gestiones, se encarga del papeleo, consigue cosas, resuelve problemas… Viene siendo como la mano derecha del director.


    En la práctica diaria de TV Cubana, era una persona con poderes muy limitados que lidiaba con la burocracia, chocaba constantemente con la escasez de recursos y las dificultades y tenía que emplear toda su astucia para convertir los noes, que eran su pan nuestro de cada día, en algunos síes de vez en cuando.
    Tuve la fortuna de contar con buenos productores en “Joven Joven”. Isabel Ramos, eficiente y muy callada, tuvo que fajarse con los primeros 15 programas. Entre los que más tiempo estuvieron: Daisy Cruz, con 12 emisiones, y Miguelito Rubiera, con 11.

LOLY TORRIENTE 

    Ya llevábamos 33 transmisiones realizadas aquel 4 de diciembre del 83 enque se hizo cargo de nuestra producción Loly Torriente. Si tuviese que definirla diría que sus rasgos determinantes eran, y seguramente son todavía, la eficiencia, la inteligencia y la cordialidad.
    En lo profesional era muy trabajadora, se las ingeniaba para vencer incovenientes y desarrollaba su labor sin agobiar al director con sus aventuras por el tenebroso mundo de los escollos cotidianos. En lo personal, su trato afable se ganó enseguida a todos los integrantes del colectivo. En ambos campos, se nos hizo indispensable.

Mi gran amiga Loly Torriente

    Cuando abandoné el programa en 1986, Loly había hecho 119 J J con nosotros y yo pensaba que había sido una fortuna haberla tenido a mi lado, acompañándome hasta mi último día en aquella aventura trepidante y problemática.

    Éste es su testimonio:


    Antes de entrar en el equipo de realización, me dediqué a estudiar el programa. Lo vi desde casa, asistí a varias emisiones y decidí que me interesaba.
    Excepto algunas pocas veces en que se grabó, “Joven Joven” se realizaba completamente en directo, los domingos de 12 a 1 del mediodía. Para que todo marchara bien el director y yo debíamos entrar al estudio a las 5 de la mañana, amén de trabajar arduamente de lunes a sábado en la coordinación y organización.
    Guardo recuerdos muy gratos de esa etapa de mi vida. A pesar de que, para lograr un producto de calidad, debíamos trabajar duro y enfrentar condiciones difíciles en lo material. En la parte humana, había que luchar con los jefes; no siempre fue fácil lograr que nos entendieran y apoyaran.
    Ginori y yo logramos una gran comunicación. Recuerdo una vez que durante la transmisión un músico estaba masticando chicle mientras actuaba. Eso estaba prohibido.
Yin, sin hablar y con sólo un gesto, me lo señaló mientras seleccionaba imágenes desde el mezclador de la cabina. En unos segundos corrí hasta la orquesta y resolví el caso mientras él mantenía al masticador fuera de cámara. ¡Tales eran los tiempos! (1)
    Cada domingo cientos de jovenes se nos quedaban sin acceder al estudio por problemas de capacidad. Por más cuentas que sacábamos y limitaciones que pusiéramos con invitaciones, siempre iba más gente para ver si podía entrar. A  muchos los vi llorar de impotencia y yo a veces también lloraba, pues me dolía por ellos. Recuerdo que un domingo los de la puerta fueron incapaces de contener a tanto público y los muchachos, en su afán por pasar, crearon un tumulto que, al presionar, rompió los cristales de la entrada del Focsa.

    Anécdotas tengo muchas. Por ejemplo: estábamos en Bayamo y Carlos Otero amenazó a la cantante María Elena Pena, que se estaba bañando, con lanzarle una rana. A ella le dio una crisis de pánico y le decía, aterrada entre la rana y la idea de escapar desnuda:
    -- ¡No, Carlos, no, mira que yo soy una mujer decente!

    En mi trayectoria de 35 años en la televisión, mi etapa en “Joven Joven” fue la de más realización y satisfacción. Y algo que es muy importante cuando se trabaja duro: fue el tiempo en que más divertí.

    Pedraza Ginori, a quien considero mi maestro, era un director que se destacaba porque sabía lo que quería. No pedía recursos por pedirlos, sin saber después qué hacer con ellos, como me pasó en muchas otras oportunidades.
    Tenía una gran facilidad para la comunicación. Era capaz de trabajar en colectivo, escuchando los criterios del resto de los especialistas y acoplándolos a sus ideas.
Él le imprimió tal ángel y tal yunfa a J J que era un verdadero placer ser la productora de aquel programa y formar parte de su equipo.


    Gracias por esa coba, mi amiga.

    Jubilada desde diciembre de 2010, Loly continúa residiendo en La Habana.

RODEADOS POR UN HALO DE CHISPA
    Quienes poseen talento y se dedican al humor son gente especial, constantemente rodeados por un halo de chispa que va con ellos a todas partes.
    Siempre me ha gustado compartir con humoristas. La vida me regaló la preciosa oportunidad de departir con Guerrero (un tipo de una creatividad increíble)), Nuez, Posada, Manuel, Virulo, Zumbado, Núñez Rodríguez y Carballido Rey. Establecer una amistad cercana y limpia con Aristide y Betán y en los últimos años con Pepe Pelayo, alma de La Seña del Humor de Matanzas.
    En mis programas de los años 60 y 70 tuve como colaboradores a Aristide, Pitín, Blanco, Betán, Ñico, Pancho Varela, Pecruz…
    Yo visitaba a menudo las sedes de Palante, primero en Manrique, en Centro Habana, y después en la calle 23. En ese periódico me publicaron algunas colaboraciones.



    En los 80, dirigir “Joven Joven” me abrió las puertas del Dedeté, que radicaba en un entresuelo del edificio de Juventud Rebelde, en Prado, en la acera del frente al Capitolio. La publicación vivía su época de oro, se respiraba creatividad no más entrar. Era un vacilón pasar un rato allí, conversando con sus dibujantes, un colectivo avispado que veía y analizaba las cosas desde una óptica crítica muy interesante. (1)

Viñeta de René publicada en el Dedeté
René García Cañizares ("René")
RENÉ, SIEMPRE RENÉ
   René García Cañizares fue (es y será) el ser más entrañable y querido por todo el equipo de “Joven Joven”.
   Estuvo con nosotros desde la primera transmisión, el 3 de abril del 83, cuando varios dibujantes del semanario humorístico Dedeté se aparecieron en el estudio para colaborar con nosotros. Junto a él, recuerdo aquel primer día a Tomy (Tomás Rodríguez) y a Manuel (Hernández), matancero genial, los tres tirados en el suelo, pintando en tiempo real lo que pasaba a su alrededor y haciéndole caricaturas a artistas y público.

Mientras el músico José Acosta (Los Magnéticos) actúa en JJ, René le hace una caricatura

   La pandilla del Dedeté, (René siempre entre ellos), continuó dejándose caer por “Joven Joven” durante las siete primeras semanas. Hasta que les pareció que ya habían hecho suficiente contribución a la causa y dejaron de ir.
   Pasó un año y el 18 de marzo de 1984 volvimos a contar con René. Desde entonces tuvimos la suerte de tenerlo.


   Había nacido en Sancti Spiritus en 1948, así que ya cargaba 35 tacos sobre su espalda cuando llegó a J J. Se había graduado en la ENA y en el ISA y colaborado en Pionero. Sus dibujos aparecían en publicaciones extranjeras y ganaron premios internacionales.
   Él disfrutaba asistir cada domingo al programa, sentir el barullo, ser uno más. Cargaba con  sus creyones, sus hojas en blanco, se ubicaba en su sitio fijo del primer banco y se ponía a pintar rodeado de muchachos que aplaudían y gritaban.

    Durante 99 emisiones nos entregó innumerables muestras de su inagotable ingenio. Y viajó, cómo no, con nosotros al interior de la república. Y la gente lo vio como un jovenjovenero más, entendió sus mensajes gráficos repletos de gracia e ironía y aprendió a saborear su trabajo y a quererlo.


    Un mal día llegó cojeando más de lo habitual. Padecía de una enfermedad terrible que progresivamente le fue impidiendo moverse y cuyo final, inevitable por entonces, era la paralización total y la muerte.
   Mientras las semanas y los meses transcurrían, ir desde su apartamento en el Vedado  hasta el estudio del Focsa y regresar, se fue convirtiendo en una tarea difícil primero y en una hazaña después. Pero él no falló. A pesar del dolor, contra toda lógica, venciendo trabas físicas y mentales, allí estuvo, en su banco de la primera fila, con su sonrisa y sus ojos inteligentes, dándonos a nosotros y a millones de televidentes lo mejor de sí, su modestia y su arte.
   Durante y después de nuestro “Joven Joven”, yo le visitaba a cada rato. Buen conversador, hablábamos de todo, de lo que estaba quieto y de lo que se movía. Fui testigo de su lucha voluntariosa contra su dolencia. Y conocí a su compañera María Esther, una chica que se casó con él sin importarle su condición de enfermo grave, le dio hijos y lo rodeó de cuidados y amor durante años.
   -- Estoy contactando –me dijo-- con un médico yugoslavo, un especialista que ha hecho avances. Y haciendo gestiones con la UJC y el Partido a ver si me costean el viaje, quiero ir allá para que el hombre me vea. (3)
    Cuando levanté la pata de Cuba, me llevé en mi mejor maleta su recuerdo y la admiración que le tuve como creador, como amigo y persona. Más nunca nos vimos.
    Su cuerpo maltratado se rindió por fin el 12 de marzo de 2007.
    Me contaron que en sus últimos años, vivía en un cuarto piso de la Habana Vieja. Atenazado por su enfermedad, sus amigos le ayudaban a vencer la escalera para que pudiese desplazarse hasta la Plaza de la Catedral donde, sentado en su silla de ruedas, ejercía de artista callejero dibujándole caricaturas a los turistas para ganarse unos dólares.  
    Y me acordé, ¡ay, Cuba de las ironías!, que nunca cobró un centavo por aparecer en “Joven Joven”.

CHEPE
    Su nombre completo es José Roberto Borrajo Lemus pero en Radiocentro todos le conocían por Chepe. Procedente de la radio, pasó a la televisión en los 70 como guionista y trabajó en varios programas: “Sonido Latinoamerica”, “La nueva escuela”, “Pantalla mágica” y algunos especiales.
    Ya nos conocíamos desde hacía años cuando en el 82 me encargaron dirigir “Buenas Tardes”, que él escribía. Era un chico despierto, noble y con ambiciones de convertirse en director. Al formar el equipo de “Joven Joven”, lo incorporé como coguionista y vivió a mi lado, como un colaborador estrecho y valioso, toda mi etapa en dicho espacio.

    Testimonio de Chepe:
    Trabajar en J J fue una experiencia inolvidable y un honor que me llevaré a la tumba.
    Fue un fenomeno social y cultural inesperado y que algunos, al principio, creyeron que no podría sobrevivir por las circunstancias en que se hizo.
    Viví de cerca como crecía entre los jóvenes una ilusión que los convocaba cada domingo frente al televisor, esperando algo nuevo. Formé parte de un grupo aglutinado junto a Ginori, que vivíamos y sentíamos aquel programa.
    Entre mis recuerdos está el ver a muchos jóvenes fuera de los estudios del Focsa esperando desde la noche anterior para poder entrar temprano y acomodarse en los bancos y andamios. Y los recibimientos tan cariñosos que nos daban en los viajes a provincias, las felicitaciones de la gente...


José "Chepe" Borrajo Lemus en una foto de hace unos años

    Chepe habla a continuación de una reunión celebrada en la see del Comité Central del PCC en marzo del 86, a la que me referiré en la proxima pieza de este blog, que pueden hallar pulsando este enlace:
El Blog de Pedraza Ginori > JOVEN JOVEN (5): FINAL DE ETAPA

    Lo más reconfortante para mí fue que aquel día pude escuchar directamente a líderes del castrismo y a alabarderos del régimen preocupados por el impacto social y el nivel de convocatoria que había alcanzado el programa.


    Después de mí, el programa siguió saliendo varios años más. Víctor Torres, Consuelo Telmo y Borrajo Lemus fueron los directores. El grupo de presentadores que protagonizaron la primera etapa, y con los el público se había identificado, se fue disolviendo y dio paso a otras caras.


Chepe termina así su testimonio:
    Mi salida de J J se debió a una investigación del G2 por unos comentarios míos enviados a Radio Martí. Fui detenido en Villa Marista y posteriormente cumplí una pena de prisión política.

    Actualmente Chepe vive en Chatsworth, un distrito en la región del Valle de San Fernando de la ciudad de Los Ángeles, California. Allí se dedica a administrar propiedades inmobiliarias. (4)

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N   O   T   A   S


(1)   Los censores de la televisión nos tenían constantemente el ojo encima. Masticar un chicle es sólo un ejemplo de las tantas cosas que no se podían hacer en cámara. No se permitía vestir camisetas o pullovers con letreros en inglés. Ni que un cantante actuara descalzo. Una improvisación "extraña" de un sonero nos podía buscar un dolor de cabeza. Como casi todo estaba prohibido y en “Joven Joven” se producían mil cosas cada domingo (algunas de ellas inesperadas), tuve que soportar muchas reprimendas.

(2) EL MANIFIESTO DEL DEDETÉ (Fragmento)
"Esta es una publicación de oposición: a la negligencia, al reunionismo, al despilfarro, al facilismo, a la burocracia, al mal gusto y a la falta de gusto que nos disgusta, al abuso de poder y la arbitrariedad, al mal servicio, a los esquemas, al temor absurdo a la crítica, al populachero, a la malversación, a la falta de respeto al pueblo, a la delincuencia y al marginalismo, al que está leyendo esto y no se siente de acuerdo, a los Salieri, a la falta de entusiasmo, al 'yo no cojo lucha mulato', a los conceptos anquilosados, al pequeño burgués way of life, a los problemas en los medios de difusión masiva, al que se contenta con un 'se acabó mijito, vuelve la semana que viene', a determinada prensa ineficaz y a las determinaciones de ciertos ineficaces en la prensa, al sociolismo, a los amigos de sus amigos, al machismo, a la falta de amor, al destrozo del idioma, a la prepotencia, a la falta de ejemplo de algunos padres, a las plantillas infladas y en general a todo lo mal hecho, hecho sin ganas o dejado de hacer”.


(3)   Las gestiones de René resultaron infructuosas. Nunca consiguió su sueño de viajar a Yugoslavia para que le atendiera el especialista.


(4)   Durante los años en que trabajamos juntos en J J, Chepe estaba casado con Mayra Varona, joven bailarina y coreógrafa, una de las figuras más destacadas del Ballet de la Televisión Cubana.
   Ella también fue una gran colaboradora del programa. Nos entregó mucha de su creatividad montando 35 coreografías originales y bailando en un buen número de ellas.

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Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
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