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sábado, 12 de mayo de 2018

EL SEÑOR ARMANDO PICO


  El tenor Armando Pico falleció ayer, 11 de mayo, en Miami, donde vivía desde hace décadas.
  Armando era un señor. De la época en que en la televisión cubana había artistas que entraban a un ensayo y con solo un simple saludo los demás sabíamos que había llegado un señor.
Armando Pico y Rosita Fornés en la opereta "La viuda alegre"
  De cuando los cantantes y actores aparecían en pantalla vistiendo un traje, un smoking o un frac y daban la impresión de que no estaban disfrazados, que ser elegantes era su estado natural.
  Del tiempo aquel en que nuestra TV tenía un porte, una prestancia y señores como Armando Pico interpretaban el repertorio de Lecuona, Prats, Roig, Sánchez de Fuentes y otros grandes clásicos cubanos. Y en los televisores criollos se veían zarzuelas, operetas y óperas y nadie se extrañaba porque en la tele no cabía ni un gramo de indecencia o mala educación, porque las pequeñas pantallas eran un formidable vehículo de cultura.

  Un mal día, los que se metían hasta en nuestra manera de hablar censuraron el “señor” porque recordaba a la república que querían borrar de la memoria colectiva. Y ya solo hubo “compañeros”, que es una excelente palabra si se usa bien, pero la pobre sirvió esta vez para establecer un falso igualitarismo y definir a mucha gente que no eran señores ni lo hubieran sido aunque lo intentaran durante cien años.
  Pero es muy difícil, yo diría que imposible, eliminar una noción. Y los señores siguieron siendo señores aunque les dijéramos compañeros. Y todos los que trabajábamos con Armando Pico, con solo verlo entrar a un estudio y saludar sabíamos lo que él era. Como lo sabía el público que lo admiraba en la tele y lo aplaudía en el teatro.
  Por ello hoy y mañana y siempre habrá que recordarlo como lo que fue: un artista señor en toda la extensión del concepto, uno que brilló con luz propia y contribuyó a dotar a nuestra televisión del porte y la prestancia que una vez tuvo.
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6 comentarios:

  1. Crecimos viéndoles y con verles, crecíamos.
    EPD, Don Armando.

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  2. Incontable las veces que lo vi en escena,era mi favorito,nadie lo igualaba en El Leonardo de Cecilia Valdes con Alina Sanches.Compañero de mi Tio y Esposo en ese tiempo.

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  3. Una de las glorias de Cuba, que siempre fue recordado allí incluso cuando se fue a vivir a Miami. Voz prístina e inigualable.

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  4. Llenó muchos espacios de la vida cubana cuando la calidad y la ética se enseñoreaban. Caballero, voz insuperable, necesaria, dando el toque de perfección a la canción cubana.
    Zarzuelas y operetas lo distinguieron como el más alto.
    Se extraña su porte y decencia inigualables.

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  5. Saludos. Vi varias veces a Armando Pico, en el Teatro Nacional, Centro Gallego, cuando niña y en compañía de mi abuela paterna, que me enseñó a apreciar y amar, el género lírico. Vi varias veces a La Viuda Alegre y a la Luisa Fernanda en primera o segunda fila, todas las veces Siempre yo., de pocos años, enamorada hasta la médula de Armando. Me gustaría saber cuanto tiempo vivió en Miami y a que se dedico
    Gracias, mi querido Armando. DEP, tanto el, como Rosita

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